La cinta fue incluida entre las diez mejores películas del año por el National Board of Review.
Después de diseñar un vestido nuevo para un cliente venerado, la condesa Henrietta Harding (Gina McKee), Reynolds visita un restaurante en el campo y se interesa por una camarera extranjera, Alma Elson (Vicky Krieps).
Cyril inicialmente desconfía de Alma pero llega a respetar su obstinación y determinación.
Cyril le revela a Reynolds que la condesa ahora es cliente de una casa de moda rival, y sugiere que sus diseños clásicos han comenzado a parecer obsoletos.
Mientras Reynolds yace enfermo, Alma imagina su futuro con niños, una vida social rica y su gestión del negocio de la confección como socia.
Ella reconoce que si bien puede haber desafíos por delante, su amor y su nuevo arreglo pueden superarlos.