[5] En 1990, a partir de fondos otorgados por la Wellcome Trust, fundó un laboratorio de hipoxia (disminución del oxígeno en la sangre)[6][7] en el Weatherall Institute of Molecular Medicine.
Tal proceso dirige también un conjunto de respuestas sistémicas y celulares a la hipoxia, como la angiogénesis.
[9] Ganó el premio Nobel de Medicina o Fisiología en 2019, junto con William Kaelin y Gregg Semenza, «por sus descubrimientos sobre cómo las células sienten y se adaptan a la disponibilidad de oxígeno».
[10] Al respecto, el británico aseguró: «Hay una responsabilidad de la ciencia con la sociedad.
[11] Previamente, el trío obtuvo el premio Albert Lasker por Investigación Médica Básica en 2016.