Perfeccionó el telescopio acromático.
Ideó la manera de compensar la acción ejercida por las masas metálicas sobre la brújula de un navío y en 1828 inventó la máquina llamada rueda de Barlow.
En 1825 fue premiado con la Medalla Copley por la Sociedad Real de Londres gracias a sus descubrimientos en los campos que trabajaba.
En 1811, no precisamente anticipándose al interés futuro de los números primos, escribió (en Una Investigación Elemental de la Teoría de los Números): Euler acertó en que 231 − 1 = 2147483647 es un número primo; y este es el más grande actualmente conocido, y, en consecuencia, el último de los números perfectos anteriores [es decir, 230(231 − 1)], el cual depende de esto, es el mayor número perfecto conocido hasta ahora, y probablemente el más grande que jamás será descubierto; partiendo de la mera curiosidad, sin un uso provechoso, no es probable que alguna persona trate de encontrar uno más allá de éste.
[1]Además repitió esa misma predicción en su trabajo de 1814 Un Nuevo Diccionario Matemático y Filosófico.