Petar Trifunović

Su espíritu pacífico le impidió llegar a más altas cotas en el ajedrez.

Era incapaz de especular y despreciaba los recursos engañosos, cuyo único mérito para ganar es la equivocación del rival.

Buscaba la jugada precisa según los cánones del juego posicional, hasta la perfección.

La categoría del rival que tenía enfrente le daba igual.

Si la valoración de la posición le decía que debía ser tablas, las aceptaba.

Petar Trifunović, 1962