La raza fue reconocida oficialmente por el Gobierno italiano y se aprobaron leyes para proporcionar recursos financieros para su reproducción.
Con el tiempo, ha demostrado ser superior al pastor alemán en la localización de personas enterradas bajo la nieve.
Su trote da la impresión de "fuerza elegante" y se parece al del lobo salvaje.
El color varía desde el gris, con marcas diferentes, al crema, con una silla de montar oscura.
La cola, sin exageración, se cuelga baja hasta los pelos de punta, y no presenta ninguna curvatura excesiva.