Desde 1983, la extinta Policía Federal reclutaba perros rescatistas cuando tenían entre 18 meses y tres años de edad.Durante aproximadamente diez a doce meses, recibían un entrenamiento inicial para desarrollar su capacidad de detectar olores incluso en circunstancias difíciles.Cuando el perro encuentra el olor objetivo, recibe cariño y refuerzos positivos, además de recuperar su juguete.Estos perros también reciben cuidados especiales, incluyendo baños cada 21 días, cepillado al menos dos veces por semana, revisiones médicas mensuales que incluyen masajes para aliviar la tensión muscular, y alimentación diaria.Cuando llegaba el momento de su jubilación, estos perros poseían la posibilidad de ser adoptados por cualquier mexicano interesado, a través de la Federación Canófila Mexicana, que se aseguraba de que el perro fuera a vivir en buenas condiciones.[8] En la actualidad, existen varias organizaciones en México que se dedican a entrenar y certificar perros rescatistas.
Desfile con perros de rescate de Carabineros de Chile.