Las patas están provistas de unas largas y poderosas uñas, perfectamente adaptadas para la excavación.
Precisamente en el suelo construyen las madrigueras que les sirven de refugio.
Durante el verano, consumen más hierba y forraje, mientras que en invierno completan su dieta con raíces.
Vive en colonias que pueden llegar a albergar hasta miles de individuos.
Tiene una estricta jerarquía social, lo que ayuda a mantener la cohesión de los grupos.
Habitualmente estas familias están formadas por un macho adulto, varias hembras y sus descendientes, tanto crías, como individuos juveniles.
Suelen tener de cuatro a cinco crías, aunque las camadas pueden ir desde uno hasta ocho individuos en ocasiones.