Periodismo científico

Esta actividad es estrictamente periodística, es decir, obedece a los métodos, objetivos, valores, intereses, ethos..., del periodismo, no necesariamente de la ciencia.Los periodistas científicos deben conocer estas listas y utilizarlas como fuente informativa de calidad.Bien, en revistas científicas sometidas a revisión por partes; bien en repositorios en internet de libre acceso y publicación, donde se presentan borradores o prepublicaciones no sometidas a esa revisión en el contexto de las revistas tradicionales.En ocasiones, colectivos de investigación como las sociedades científicas o médicas publican comunicados o posicionamientos sobre temas de interés público, conforme al conocimiento más actualizado respecto a un tema.La noticia o reportaje científico normalmente van ligados a la sección "sociedad" de los periódicos.El periodista debe saber "vender" su noticia o su reportaje/entrevista al director del diario, revista o medio audiovisual, sin obviar que, para que su trabajo pueda ser catalogado como noticia científica, debe cumplir los siguientes criterios o al menos alguno de ellos:[5]​ En 1772 aparece en México el periódico “El Mercurio volante” editado por José Ignacio Bartolache donde se trataban temas de anatomía, astronomía, física y medicina.[6]​ En Argentina las primeras notas sobre aplicaciones tecnológicas y hallazgos fósiles aparecieron en el Telégrafo Mercantil (1801-1802).De este grupo formaron parte reconocidos científicos como: José Babini, Enrique Gaviola y Bernardo Houssay.[9]​ Brailovky fue un médico y periodista del diario La Nación, donde escribía semanalmente la columna “La ciencia en pocos trazos”.Desde allí edita dos publicaciones con gran repercusión: la revista Naturaleza y el boletín Prenci.La falta de periodistas científicos se nota especialmente en ciencias emergentes, como la nanotecnología.[12]​ En cuestiones como el cambio climático, además, se ha producido una caída en la cantidad de artículos publicados durante la segunda década del siglo XXI.[19]​ Desde este panorama, "Después de muchas discusiones sobre la industria de los periódicos hace unos seis años, tengo una visión más optimista en estos días", señaló Cristine Russell, presidenta del Council for the Advancement of Science Writing.Los escritores científicos tienen la oportunidad de comunicarse no solo con su audiencia sino a nivel mundial".Sin embargo, con el aumento de las colaboraciones en línea entre periodistas científicos, puede haber potencial para eliminar imprecisiones.[23]​ En Estados Unidos, muchas revistas de ciencia, junto con periódicos como The New York Times y programas de ciencia popular como PBS Nova, adaptan su contenido a audiencias altamente educadas.Algunos departamentos gubernamentales requieren que los periodistas obtengan autorización para entrevistar a un científico, y requieren que un secretario de prensa escuche las conversaciones telefónicas entre científicos y periodistas financiados por el gobierno.[25]​ Muchos representantes de marketing farmacéutico han sido criticados por ofrecer comidas gratuitas a los médicos para promover nuevos medicamentos.[26]​[27]​ Los críticos de los periodistas científicos han argumentado que deberían revelar si la industria les ha dado viajes, comidas u otros regalos.La popularización de investigaciones desarrolladas por especialistas argentinos o instituciones dedicadas a la ciencia y la tecnología en el país constituye, en ese contexto, una prioridad.
Periodistas de ciencia y salud en un simposio organizado por la FDA.
Periodistas de ciencia y salud en un simposio organizado por la FDA.
Nora Bär, periodista científica, editora y columnista argentina.
Nora Bär , periodista científica, editora y columnista argentina.