Penique Kissi

Los africanos del poniente de la región de lo que hoy es Liberia y Sierra Leona usaron el hierro como bien comercial y con un valor estándar durante bastante tiempo, Registros portugueses indicaron que durante los viajes realizados a principios del siglo XVI llevaron lingotes de acero como mercancía.

[2]​ Estos peniques fueron hechos por herreros en forma de varas largas con un extremo en "T" (llamado nling u "oreja"), y en el otro una especie de hoja (llamado kodo o "pie").

A fin de cuentas, estas piezas adquirieron importancia religiosa por su uso en los entierros a grado tal que cuando uno de estos se rompía era considerado sin valor hasta que un "zoe" (brujo) lo reparaba en una ceremonia especial, por lo que le dio el apodo de "dinero con un alma".

Pero cuando esto no era posible entonces debería llegar algún pariente del fallecido y pedirle a un brujo que “atara” el alma del muerto al penique para que llevara la “moneda” a enterrarla en la tumba de sus ancestros.

La persona envolvía la pieza en un paño y debía viajar en silencio ya que si no lo hacía creían que el alma escapaba y regresaba al lugar de fallecimiento y por lo tanto había que repetir el ritual religioso antes mencionado, aunque una manera de evitar esto era poner de cabeza el penique si era necesario hablar y al terminar de hacer esto volver a poner el objeto en su posición original.

Atado de peniques kissi en el Museo Brooklyn