Rosó

[3]​ La obra escénica no tuvo demasiado éxito, y al poco tiempo desapareció de la cartelera.

[5]​ Aun así, la pieza llegó a ser el máximo estándar de la música vocal popular catalana y se ha popularizado en todo el mundo.

Después de Emili Vendrell la pieza fue interpretada por multitud de intérpretes como (por orden cronológico aproximado): Gaietà Renom,[6]​ Emili Vendrell i Coutier[7]​ (hijo de Emili Vendrell i Ibars), Dyango (1982),[8]​ José Carreras (1984),[9]​ Eduard Giménez i Gràcia,[10]​ Jaume Aragall[11]​ Alfredo Kraus (1987)[12]​ o Rolando Villazón (2011).

[13]​ Mientras las primeras versiones estaban más ligadas a un estilo de canción popular, las interpretaciones del tenor Josep Carreras le añadieron un carácter más operístico y una proyección internacional que favoreció su expansión en todo el mundo y la interpretación por artistas no catalanohablantes.

[16]​ Ha sido abordada en menor grado por intérpretes femeninas, dado que la composición nació para voz masculina.