Paulo Charquías

La petición inicial para su explotación durante veinte años, solo se le concedería para siete.

[2]​ La venta de nieve a lo largo del siglo XVII fue debidamente reglamentada.

Los pozos se encontraban en lo que luego sería la glorieta de Bilbao.

[3]​[4]​ También mandó construir otro pozo en Alcalá de Henares, en los Barrancos (orilla izquierda del río Henares); construcción que se mantuvo, aunque ya sin uso, hasta mediados del siglo XX.

En 1648, Francisco de Quevedo recordaba al empresario en estos versos:[5]​

Neveras de la época de Charquías.