El cabildo decidió no organizar oposiciones y consideró a varios compositores.
Así se le demandó que acudiese a Osma para asistir a las fiestas del Corpus «y si contentare se le reciba como maestro de capilla», con la ración que habían tenido los maestros anteriores.
El cabildo renunció a obligarle y declaró la ración vacante.
[1] Tomaría las responsabilidades del cargo el tiple Melchor de la Vega.
[3][4] A partir de ese momento se pierde el rastro.