[2] Pedro Rocamora desempeñó varios cargos y comisiones que le confió sus prelados.
Según el Correo de Tortosa, Pedro Recamora fue infatigable en esta labor, «a veces hasta exponiendo su salud por tan excesivo trabajo».
[3] En la citada diócesis introdujo la piadosa práctica, ya establecida en aquel momento en algunas otras, de leer en las iglesias durante la Cuaresma los ejercicios espirituales que compuso el Dr. Félix Herrero Valverde, antiguo obispo de Orihuela, libro que tenía por objetivo, según una circular del Obispo Rocamora, que los fieles «se instruyan en la doctrina cristiana, recuerden las verdades eternas y mediten los misterios de nuestra santa Religión».
[3] Entre sus cargos pastorales, se dedicó especialmente a la predicación, de ahí que además de hacerlo en la Santa Visita, lo verificó con mucha frecuencia en la Iglesia Catedral, distinguiéndose sus sermones por un gran fondo de doctrina teológica, expuesta con gran claridad, correcto estilo y oportunas aplicaciones morales.
Según el Correo de Tortosa, se ganó la simpatía general del clero y sus diocesanos.