Pedro Ramírez de Piédrola

[9]​ Entre 1225 y 1230 fue obispo de Osma[9]​ «dejando en ella un grato recuerdo».

[10]​ El profesor Ángel Martín Duque afirma que fue «elegido sin duda con asentimiento de Sancho el Fuerte», realizando «un papel descollante en el cambio de dinastía» y cooperando activamente con el nuevo soberano, el champañés Teobaldo I, tanto frente a las turbulencias de la baja nobleza como, al parecer, en los primeros conatos de sistematización escrita de la tradición jurídico-pública del reino».

[11]​ El rey navarro, como señal de buena voluntad, le devolvió el señorío temporal sobre las villas dependientes del castillo de Monjardín: Villamayor, Labeaga, Igúzquiza, Azqueta, Luquin, Urbiola, Adarreta y los collazos de Bearin y Novena.

Sin embargo, no le devolvió el mismo castillo de San Esteban.

A la muerte del obispo en 1238, por contra, Teobaldo I, incautará nuevamente al obispado las villas antes relacionadas.