Pedro Opeka

[2]​ Por sus servicios a los pobres obtuvo la Legión de Honor, en 2008,[3]​ y ha sido propuesto reiteradas veces al Premio Nobel de la Paz por Francia, Eslovenia y Mónaco;[4]​ en 2018 Argentina se sumó a ese pedido.Nació en la ciudad de San Martín, en la zona norte del Gran Buenos Aires.En 1970 viajó a África y conoció Madagascar, donde trabajó como albañil en las parroquias lazaristas.[2]​ El ser un hombre blanco constituyó su primer obstáculo para poder ayudarlos.Opeka conoció a la ex primera dama francesa a través del hijo de esta, Gilbert, ya que jugaba al fútbol con él.[7]​ Además, creó una pequeña casa para los niños, de cuatro por cuatro metros, junto al vertedero de basura, para darles leche o té.[1]​ Hay más de cuatrocientos colaboradores del padre, entre técnicos, docentes, médicos y enfermeros.Además el padre Pedro los invita a rezar a la misa del domingo, oficiada con una liturgia que tiene en cuenta la cultura del lugar y a la que asisten miles de personas, entre ellos turistas que luego difunden su obra en el resto del mundo.[2]​ Akamasoa se convirtió así en una gran ciudad, que en 2015 ya contaba con 17 barrios y veinticinco mil personas; el 60% menores de quince años, con cinco guarderías, cuatro escuelas, un liceo para mayores y cuatro bibliotecas para un total, de diez mil escolarizados.El padre Pedro suele insistir en que la mejor manera de ayudar al pobre no es con asistencialismo sino cambiándole la conciencia para que sea autor de su propia prosperidad: En cuanto a la verdadera solidaridad, el sacerdote ha opinado que: En Francia se han escrito un par de libros sobre su vida[1]​ y además Danielle Mitterrand le dedicó un capítulo titulado «Pedro Opeka, el sacerdote futbolista de Madagascar» en su libro Memorias de una primera dama.[1]​ En 2016 la televisión argentina Telenorte emitió un documental sobre la vida y obra de Opeka.[4]​[5]​ La tarea del padre Opeka en Antananarivo está descripta en el libro: Un viaje a la esperanza de Jesús María Silveyra, ed.
Akamasoa.
El padre Pedro oficiando la misa
Niños que vivían de la basura encontraron como vivir de manera digna junto al sacerdote
Pedro Opeka en la catedral de San Juan Bautista en Máribor , el 25 de octubre de 2015