Pedro Jacinto Montero Maridueña (Yaguachi, 29 de junio de 1862 - Guayaquil, 25 de enero de 1912), también conocido como Pedro J. Montero o El tigre del Bulubulu, fue un político liberal y militar ecuatoriano.
Fue hijo de Coronel Pedro José Montero Ramos y Mercedes Maridueña Quezada.
[3] Se autoproclamó Jefe Supremo de Guayaquil durante el gobierno del encargado del poder ejecutivo Carlos Freile Zaldumbide en el resto de Ecuador.
Tras esto, fue tirado a la calle, descuartizado,[5] arrastrado y quemado en la Plaza San Francisco,[1][6] al pie del monumento a Vicente Rocafuerte.
Horas más tarde la cónyuge de Montero requirió en uno de los cuarteles le entreguen la cabeza y el corazón, acarreados como trofeos, mientras su amigo Carlos Bayona, a solicitud de su hermana Rosita Bayona de Peña, acopiaba los despojos para colocarlos en un sepulcro del cementerio.