Tratado de Rijswijk

Los representantes franceses tenían su jefatura en La Haya y los aliados en Delft.Durante las primeras semanas no se alcanzó ningún resultado, por lo que en junio los dos protagonistas en la lucha, Guillermo III de Inglaterra y Luis XIV de Francia, designaron un representante para reunirse en privado.Guillermo III entonces persuadió a Leopoldo I a hacer las paces, y se firmó un segundo tratado entre Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico el 30 de octubre siguiente.Entonces, Francia entregó Friburgo, Breisach y Philippsburg al Sacro Imperio Romano Germánico, aunque conservó Estrasburgo.Las Provincias Unidas tendrían el derecho a establecer guarniciones en algunas de las principales fortalezas en los Países Bajos Españoles, incluyendo Ath, Charleroi, Luxemburgo, Mons, Namur, Nieuwpoort y Oudenaarde, para defenderse de Francia.
Europa tras el Tratado de Rijswijk.