Siguió dedicándose a su familia, pero se interesó más en la religión conforme fue pasando el tiempo.
[3] A los quince años de edad, Paula se casó con el noble Toxocio, con quien tuvo cuatro hijas, Blesila, Paulina, Eustoquia y Rufina.
Vestía en sedas, y había sido llevada por la ciudad por sus esclavos eunucos.
Paula casó a su hija, Paulina (m. 395), con el senador san Pamaquio; Blesila pronto se quedó viuda y murió en 384.
En septiembre de 385, Paula y Eustoquia dejaron Roma para seguir la vida monástica en Oriente.
Paladio afirma que Santa Paula le fue a San Jerónimo de gran utilidad en sus trabajos bíblicos (véase Vulgata y traducciones de la Biblia), pues su padre le había enseñado el griego y en ella había aprendido suficiente hebreo en Palestina como para cantar los salmos en la lengua original.
Así que le acusaron de tener a una mujer en su cama.
[2] Muchos de sus comentarios son contra-argumentos a aquellos extendidos por san Jerónimo, principalmente en su obra Contra Joviniano.
Paladio, contemporáneo de Jerónimo, creía que Paula se veía entorpecida por Jerónimo: "Pues aunque ella era capaz de superar todo, teniendo grandes habilidades, él la entorpecía por su celo, habiéndola obligado a seguir su propio plan".