El Ebro roza la parte norteña, abriendo posibilidades deportivas con su pantano en Arija; entra luego por Orbaneja del Castillo fabricando bellezas en las cresterías de las rocas y jugando con el meridiano, como dudando de buscar al Cantábrico o al Mediterráneo.El Rudrón , nacido en los altos del Tozo , llevaba antaño su pura agua poblada de cangrejos hoy todavía sobreviven las truchas ; recibe caudales que, a su vez, son sinfonías de agua, como son el Pozo Azul de Covanera y el río Moradillo.Se dedican al monte unas 11.000 hectáreas, destacando el monte Hijedo ; los cultivos de cereales disminuyen de norte a sur; cuando la tierra se respalda del cierzo , entrega legumbres , verduras , y patatas de alta estima éstas para nuevas siembras.El páramo produce una hierba fina que pastan 10.400 ovejas] , cuyos corderos y quesos] son justamente afamados; al norte, el vacuno , con 4.000 cabezas, exhibe ejemplares calificados en los mercados de Soncillo , pueblo cordial y sencillo.Los escudos nobiliarios poseen hidalguía y belleza en las casonas.