Los economistas Ludwig Bamberger y Georg von Siemens, así como del político socioliberal Eugen Richter fueron algunos de los principales impulsores de la fusión, en la vista de la próxima ascensión del príncipe heredero Federico III (que era considerado un liberal) al trono, lo cual sucedió finalmente en 1888.
El DFP apoyó la extensión del parlamentarismo en la monarquía constitucional alemana, la separación de Iglesia y el Estado, así como la emancipación judía.
El principal beneficiado de esta defección fue el Partido Conservador Alemán, que apoyaba a las políticas del canciller Otto von Bismarck.
Durante estos años en que el partido perdió influencia, las diferencias entre "progresistas" y liberales de centro-derecha aumentaron hasta un punto irreconciliable.
En 1893 el partido dividió en dos nuevas formaciones políticas: el Partido Popular Librepensador (FVp), que apoyaba al canciller Leo von Caprivi, y la Unión Librepensadora (FrVgg).