Representa uno de los ejemplos del barroco en América.
En los altares y muros colaterales se nota el rico estilo plateresco (renacentista)[cita requerida], con algunos detalles del barroco.
Sus torres son del siglo XIX y sus columnas ostentan los tres órdenes: el primer cuerpo, toscano, derivado del dórico; el segundo, jónico; y el tercero, corintio.
El Templo Parroquial se levanta del plano de la ciudad sobre una esbelta y espaciosa escalinata que la convierte en catedralicia.
Todo el conjunto circundado por enrejados del siglo XIX forjado en Real de Comanja.