Una antigua versión asegura que este nombre se debe a la influencia religiosa de los misioneros capuchinos.
Se cultiva maíz, fréjol, caña de azúcar, trigo y cebada, espárrago fundamentalmente, gracias al bondadoso clima frío en las partes altas y calientes en la comunidad de la Victoria.
El comercio lo ha desarrollado en relación con los demás pueblos, principalmente con Ibarra, Urcuquí, Tumbabiro y Cahuasquí.
El 21 de enero del mismo año los dirigentes de «El Carmelo» liderada por Aurelio Pasquel, presenta el proyecto a las autoridades de Ibarra, el cual tuvo excelente acogida por parte del consejo municipal quienes exigen que se debe llevar todos los requisitos necesarios e indispensables para su erección a parroquia civil.
Durante el mes de febrero del mismo año se organiza el comité «Unión y Progreso» cuyos representantes se convierten en el eje principal que trabajará incansablemente por conseguir la erección a parroquia civil.
Consiguen reunir todos los requisitos y los presentan al Consejo Municipal por intermedio Aurelio Pasquel.
La cabecera parroquial consta con las coordenadas geográficas de latitud norte 0° 26′ y longitud oeste 83° 15′.
Además se menciona las principales actividades a realizarse en cada tipo de relieve.
Las lavas son andesitas piroxénicas, que están constituidos por potentes brechas de flujo.
En resumen dicha formación geológica comprende las rocas fundidas de origen volcánico que se encuentran presentes en todo el territorio parroquial.
Suelos con pendientes suaves entre el 3 y 7%, por lo que requieren prácticas moderadas de conservación.
Son apropiados para cultivos permanentes, praderas, plantaciones forestales, ganadería extensiva.
Están limitados por una alta susceptibilidad a la erosión, inundaciones frecuentes, baja fertilidad natural, poca profundidad efectiva, baja capacidad de retención de agua, moderada salinidad o alcalinidad.
Es decir, son tierras con severas limitaciones, cultivables con métodos intensivos de manejo y representan 660,76 hectáreas a nivel parroquial.
Sin embargo, la limitación de remoción impracticable hace de ellos que no puedan utilizarse para cultivos agronómicos, hortalizas, frutales; y se vean restringidos esporádicamente para pastos, bosques y vida silvestre.
Por lo que se define como tierras no cultivables con severas limitaciones de humedad, aptas para pastos.
En estas áreas se realiza actividades de agricultura y además hay áreas destinadas a la conservación y protección debido a la erosión que se está dando en los diferentes terrenos.
Dichos suelos son utilizados dentro de su capacidad, es decir se les da el uso adecuado que deberían tener.
En estas áreas se recomienda realizar actividades de conservación y protección para así mantener los ecosistemas en condiciones adecuadas.
La vegetación original de esta zona ha ido modificándose al avanzar los años.
La presencia de meses secos en el territorio se presenta entre los meses de junio y agosto, donde se observa que la precipitación tiende a disminuir y difiere entre las distintas estaciones.
En todo el territorio, la humedad relativa es alta, con valores medios anuales superiores al 50%.
Casi todos los ríos se originan en los altos relieves andinos; éstos son cortados por profundas gargantas, y las corrientes se dirigen unas hacia la llanura amazónica y otras hacia el océano Pacífico.
En la Tabla 10 se indica las zonas bajo conservación o protección que existen en la parroquia.
La Reserva está dividida en dos regiones: la zona baja que se extiende desde los límites andinos en dirección a la llanura costanera y encierra ríos caudalosos que en su recorrido pierden fuerza y se abren paso por una vegetación selvática.
La zona alta se encuentra en la provincia de Imbabura y asciende hacia los altos Andes.
En la zona alta también es posible observar aunque con algo de dificultad los pumas, armadillos y cóndores que por supuesto también habitan este ecosistema.
En la parroquia se puede observar la presencia de cuatro recursos naturales importantes que son el agua, los bosques, la biodiversidad, que a su vez están expuestos a amenazas principalmente de origen antrópico, como se indica en la Tabla 11.
Amenazas de origen natural y antrópico Fuente: Reunión Actores Sociales 2015.
Se debe indicar que en la parroquia no existen amenazas de inundaciones.