[4] La primera actuación fue ganar terreno aumentando las calzadas laterales 3,5 m en voladizo sobre la carretera, con lo que la visión de la calzada central quedó reducida de 57 m a 22 m.[5] Sobre el margen de estos voladizos se instalaron una serie de pantallas acústicas para proteger a los vecinos del ruido del tráfico, diseñadas por Enric Miralles, Benedetta Tagliabue y Joan Callís, y realizadas en hormigón, de 4 m de altura, con pequeñas oberturas con vidrios de distintos colores, lo que crea un agradable efecto visual que otorga esteticidad a un elemento de simple cerramiento.
[6] Por otro lado, en lo referente a la conectividad, se construyeron nuevas pasarelas, diseñadas por Albert Viaplana, que redujeron el espacio entre puentes de 400 m a 130 m.[7] El nuevo espacio ganado permitió instalar un carril de tranvía (Trambesòs), con un total de cuatro estaciones en el trayecto correspondiente a la Gran Vía.
En cuanto a las calzadas laterales fueron diseñadas como un parque lineal que combina zonas verdes y espacios urbanos con nuevas plazas y áreas de recreo, en un entramado de formas sinuosas y tramos de ligera pendiente.
Se instalaron diversas zonas infantiles y otros servicios, y un mobiliario urbano del que destacan unos bancos de diferente diseño: caracol, golondrina, estrella, espiral o boomerang.
Otro elemento destacado es un canal de agua elevado que conecta cuatro estanques, generando unos saltos de agua en cada uno.