[cita requerida] En los años 1850, su Jardín Abadie era un famoso centro social privado, que ofrecía promenade concerts, conciertos musicales y paseos dominicales para gozo de la alta sociedad porteña.Las remodelaciones se atribuyen a Manuel Montt Toro y José Miguel Rodríguez Velasco, quienes dirigieron personalmente los trabajos.Se incorporó más flora exótica, como papiros y bambúes, alcanfores, claveles y más dalias, así como también nardos que incluso seguían floreciendo junto a otras plantas en pleno otoño, en el mes de abril.[1] En 1889 se realizaron trabajos complementarios, que incluyeron enladrillar sus avenidas y hermosear sus prados laterales.Producto del terremoto, Fernando Rioja dejó su residencia en la esquina del parque, la cual fue abandonada y serviría durante diversos períodos para varios fines: por un tiempo, para Municipalidad de Valparaíso, luego para el Club Valparaíso, la Beneficencia Pública, el Museo Naval, el Deportivo Naval, y por último, la Liga de Sociedades Mutualistas.[2] Posteriormente, la plaza recibió las estatuas de mármol que decoraban el destruido Teatro Victoria.[3] El nuevo parque se construyó con áreas verdes, juegos infantiles, un laberinto para niños y un escenario para actos públicos.[1] Ese mismo año, un incendió destruyó por completo el edificio utilizado por la Liga de Sociedades Mutualistas.Sus estatuas fueron robadas o bien destruidas, no habían bancos para sentarse y su mantenimiento era deficiente.