Lo primero que va a ocurrir es la lesión del tejido pancreático, esta misma se da por la activación del tripsinógeno el cual llega a generar una respuesta inflamatoria en el paciente.
Va a estar caracterizada por la participación de células CD40, linfocitos B, T y monocitos.
Su evolución se da en tres fases: Se pueden llegar a liberar péptidos bradicininos, sustancias vasoactivas e histamina esto ocasionado por el daño y muerte celular que a su vez produce vasodilatación, mayor permeabilidad vascular y edema con efectos profundos en muchos órganos.
La necrosis acinar es el signo microscópico básico de la pancreatitis aguda necrosante.
En primera instancia se puede observar trombosis en la microcirculación acompañadas de desprendimiento del endotelio, estos cambios no producen arresto de la circulación por lo que no son cambios visibles.
Los síntomas de la necrosis pancreática imitan los de la pancreatitis crónica, de los cuales el más común es el dolor intenso en la parte superior del abdomen, también puede involucrar la parte inferior del tórax o la parte inferior del abdomen, a menudo es más intenso al acostarse pero puede sentirse menos intenso al sentarse o agacharse.
Otros síntomas incluyen náuseas, vómitos persistentes, íleo paralítico, fiebre, taquicardia y taquipnea son prominentes debido a la liberación de mediadores inflamatorios.
La pérdida de líquidos en el tercer espacio produce hipovolemia e hipotensión.
Necrosectomía abierta con abdomen cerrado y drenaje Esta técnica es muy semejante al lavado continuo postoperatorio.
Esta técnica permite la intervención mínimamente invasiva en la fase temprana de la necrosis severa, cuando un manejo quirúrgico abierto podría aumentar la mortalidad.
Se realiza un abordaje retroperitoneal a través del flanco izquierdo, donde se colocan catéteres de tamaño 12-30 French guiados por TAC o ultrasonido con lavados de solución salina cada 8 horas.
Consiste en dilatar el tracto y colocar un nefroscopio rígido, un endoscopio o incluso un laparoscopio hasta lograr visualizar la necrosis.
El término más usado para describir esta técnica es desbridamiento retroperitoneal asistido.