Necrosectomía

La necrosectomía es una intervención quirúrgica en la que se extirpa tejido necrótico.

[1]​[2]​ La pancreatitis aguda se presenta con una incidencia de entre 35 y 80 casos por 100 000 habitantes y año, el 20% son formas graves en las que se produce destrucción de tejido pancreatico (necrosis), infección y fallo de múltiples órganos que ponen en peligro la vida del paciente.

En estos casos puede ser necesario realizar una necrosectomía para extirpar el tejido muerto.

[3]​ Tradicionalmente se ha empleado la cirugía abierta, sin embargo la mejora de la técnica de laparoscopia ha permitido nuevos enfoques quirúrgicos menos invasivos, entres ellos el drenaje percutáneo, el desbridamiento retroperitoneal videoasistido (VARD) y la necrosectomía transgástrica endoscópica (ETN) que permiten acceder a la zona necrótica con mínima agresión, para disminuir las complicaciones derivadas de la cirugía.

Los objetivos de la cirugía son realizar una necrosectomía para extirpar el tejido inerte, desbridamiento quirúrgica extenso y drenaje para evacuar las secreciones y colecciones líquidas de la región afectada.