El palu, vela o palancu pasiego es una vara de avellano recta, a la que se ha extraído la corteza tostándola al fuego, y a la que se ha dejado curar para adquirir resistencia sin perder flexibilidad.
A su vez en el extremo inferior tiene un casquillo, cuya base se cubre con un clavo o tachuela formando una puntera que sirve para que se aferre al suelo, evitar su desgaste y como defensa.
La longitud del palu excede normalmente una cuarta y media la altura del dueño que lo lleva, por lo que normalmente suele superar los dos metros, y su grosor ronda los seis centímetros.
Hay versiones que dicen que también tenía una función de arma defensiva, tanto contra animales peligrosos o bien para arrear a los animales, así como en las peleas juveniles o vecinales, en las que arrebatarle el palu a alguien era someterle a humillación y poner en duda su hombría.
También es posible que el "palu" sirviese para rondar o cortejar a las mozas.