De estilo tardo románico, estaba constituido por dos cuerpos diferentes, separados entre sí por el estrecho Borgo di san Marco, que hoy no existe.
En 1673 se elevó sobre esta bóveda, según el proyecto del ingeniero Gian Battista Barattieri, una torre, que asumió las antiguas funciones de la destruida Torre Civica, conservando además su antigua campana llamada di terza, que data del 1453 y se ha mantenido intacta con el paso de los siglos hasta su sustitución por una copia en 1998.
También se abrió la hornacina central para que albergara la estatua de la Virgen Coronada, esculpida por Jean-Baptiste Boudard.
[2] En los años veinte del siglo XX el interior y la parte trasera del palacio sufrieron una importante intervención de remodelación en estilo racionalista, que conservó solo parte de las antiguas decoraciones interiores.
[5] Las dos alas laterales simétricas se presentan en estilo puramente neoclásico, particularmente evidente en el marcapiano, en los ornamentos de las ventanas, en la cornisa con la elegante greca y en las franjas horizontales en relieve.