La evidencia fósil sugiere que pudo haber vivido en grupos familiares como los castores modernos y empleaba una estrategia reproductiva K en vez de la usual estrategia r de muchos roedores.
Estas desconcertantes estructuras fueron llevadas al conocimiento científico a través del dr.
También por un tiempo, algunos creyeron que las formas en espiral eran algún curioso tipo de vegetación extinta, aunque también muchos permanecieron escépticos.
En 1893, el dr. Thomas Barbour propuso que estas estructuras eran las madrigueras de un roedor grande, y latinizó su nombre creando el género de icnofósil Daimonhelix o Daimonelix o también Daemonelix (se han empleado todas estas formas) y las clasificó por forma y tamaño.
La disputa sobre su verdadera identidad cesó cuando se halló un castor fosilizado en una de estas.