En su primera planta cuenta con un centro de interpretación[1] Fue restaurado mediante una Escuela Taller desde octubre de 1992 hasta septiembre de 1995,donde se intruyo a sus alumnos en forja, pintura, carpintería, jardinería, cantera y albañilería, casi en su totalidad, incluido su jardín renacentista y árabe, más los exteriores amullarados y ventanas forjadas.
El castillo se restaura y transforma en palacio plateresco durante el siglo XVI por la familia Enríquez de Ribera, y entre ellos el afamado don Fadrique Enríquez de Ribera, primer marqués de Tarifa por merced de los Reyes Católicos, quien contrata a artistas españoles e italianos para llevar a cabo sus obras.
La parte más antigua del castillo está formada por una torre muy robusta, de planta cuadrangular -la Torre del Homenaje- con su acceso por la cara de poniente, y un macizo en su ángulo noroeste; apareciendo su interior compartimentado por distintas estancias.
En las ventanas de la torre aparecen pajecillos que sostienen la corona ducal.
Bien de Interés Cultural, ha sido declarado Monumento según publicación aparecida en el BOE en el año 1985.