Alfonso II de Aragón reconquistó estas tierras en 1169 y poco después las entregó en encomienda a la Orden de Calatrava, que las tuvo en señorío ente 1179 y 1328.
[1] Si bien existía con anterioridad, los restos que han llegado hasta nuestros días, son coetáneos a la Iglesia de San Juan Bautista.
Pascual Madoz en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar al describir el castillo de Fabara a mediados del siglo XIX cita: Tal como indica Madoz, Se encontraba situado en el borde de la meseta donde se asienta Fabara y tan solo se conservan tres arcos apuntados construidos con piedra sillar y una portada de medio punto con grandes dovelas y que hoy en día forma parte de viviendas particulares.
También en la parte de atrás un muro con tres ventanas con dintel.
El resto ha sido reutilizado para la construcción de la casa consistorial del municipio y de otras viviendas.