En el siglo siguiente se alcanza su estado actual al completar el complejo con el cuerpo central y la torre este.
El edificio ofrece planta cuadrangular, con un cuerpo central y dos torres laterales.
Al norte cuenta con un patio cercado por muros de piedra.
Al sur se hallaba la huerta del lugar, con un pozo, hoy sin uso pero que aún conserva las marcas de las cuerdas en sus piedras.
También, fue cedido durante unos años a una comunidad de benedictinos por lo que aún se le conoce erróneamente al edificio como “convento”.