Lo mantiene una entidad independiente, Historic Royal Palaces, que no recibe fondos monetarios del gobierno o de la Corona.
[2] No se sabe mucho acerca de este edificio, excepto que la reina Isabel I se lo otorgó a Robert Dudley, su amigo de la infancia y su cortesano favorito.
Este edificio fue diseñado por el rey Jorge III y James Wyatt.
Desde la pequeña dimensión de las ventanas hasta la diminuta proporción de sus torres, parece poseer ventanas que dejan fuera la luz y pasajes que llevan a la nada».
[9] En 1735, el arquitecto William Kent diseñó los planos para un enorme palacio palladiano, al estilo de Stowe, pero jamás llegó a ejecutarse.
[4] El estilo de la nueva residencia no le agradó a su sucesor, Jorge IV, el príncipe Regente.
Pocos días más tarde, reabrió como atracción turística, después de haber estado cerrado durante diez años para su restauración.
La restauración no solo incluyó la reconstrucción física del edificio, sino que también se cambiaron todas las cortinas y otras decoraciones interiores, seleccionados por el experto en tejeduría Ian Dale, de Escocia.