En origen Scamozzi había proyectado tres bloques de 11 arcadas con dos apartamentos, uno en cada planta, más la baja destinada a tiendas.
No obstante Smeraldi invirtió el proyecto, haciendo bloques más estrechos de 5 arcadas pero con apartamentos que ocupaban todas las plantas superiores.
Las obras empezaron en 1807, pero, sin embargo, en 1810, ante la lentitud de los trabajos, Antolini fue sustituido por Giuseppe Maria Soli, que presentó un proyecto radicalmente diferente.
Soli propuso derribar también las partes en ángulo de las Procuradorías, dejando espacio suficiente para edificar una ala entera.
[5] También se decoraron en esa época (1807-1808) los antiguos ridotti en la Biblioteca Marciana, reconvertidos en aposentos para Eugène de Beauharnais.
Dos décadas después, otro soberano se alojarían en la Palacio Real, el emperador Francisco José I y su esposa Isabel "Sisi".
[18] También Vittorio Emanuele III estuvo en la ciudad al menos en 1903, 1907, 1908 y 1912, entrevistándose las dos últimas veces con el káiser Guillermo II.
[19][20][21][22] En 1919, tras la Primera Guerra Mundial, la Corona cedió el palacio al Estado, que decidió dedicar parte de sus espacios a actividades museísticas.
[28] Afortunadamente, las estancias privadas cara a la laguna quedaron convertidas en oficinas, cosa que si bien las deterioró, también evitó su transformación en espacios neutros museísticos.
[23] En el año 2000, el Estado italiano cedió al ayuntamiento las antiguas estancias privadas del palacio cara a la laguna que, desde la década de los 20, se habían usado como oficinas.