Sean ciertos o no, los numerosos rumores y leyendas de la época dieron lugar a que el edificio se conociera como el “palacio encantado”.
El edificio consta de una vivienda unifamiliar con sótano, planta baja, dos pisos superiores, torres en las esquinas y un jardín con pabellón exterior.
En general, podríamos identificarlo como un edificio ecléctico, donde se entremezclan elementos de distintos estilos del pasado.
Destaca el movimiento en la disposición asimétrica del conjunto; la gran cantidad de decoración, tanto en barandas como en cornisas, y la torre que da a una de las calles adyacentes, que adquiere un remarcable protagonismo en la imagen del conjunto.
Los arcos están flanqueados por pilastras estriadas de orden jónico, siendo la decoración plateresca similar a la descrita en la balconada.