Palacio Episcopal (Lagunilla)

De ello se deduce que trató mucho a sus gentes y conoció bien sus necesidades.

Fundó una capellanía dotada con 300 reales para que un sacerdote dijera una misa al alba para transeúntes y caminantes.

Continuó el palacio durante muchos años, como donación a la Mitra, para residencia veraniega de los obispos sucesores.

La Junta aceptó y el prelado compró las casas de los alrededores por 25.000 pesetas (hoy son los jardines bajos del palacio).

Luego no se instalaría aquí, sino en el antiguo Hospital situado enfrente.