Debido al auge que alcanzó la ciudad a principios del siglo XX, la antigua casa consistorial, de estilo herreriano, del siglo XVI, se había quedado pequeña, por lo que en 1900 se comienza la construcción del nuevo Palacio Consistorial sobre el solar del antiguo, obras que finalizarían en 1907.
La fachada está realizada completamente en mármol blanco, y destacan en el tejado las cúpulas de zinc.
En su interior destaca la gran escalera imperial en torno a la que se encuentran diversas dependencias municipales como el salón de plenos y el despacho del alcalde.
[2] Debido a su construcción sobre terrenos inestables ganados al mar, y a un deficiente sistema de cimentación, el edificio comenzó a sufrir importantes daños estructurales que lo llevaron un progresivo proceso de ruina, por lo que en 1995 se cerró el edificio y se acometieron obras de restauración.
En 2006 finalizaron estas obras de restauración y consolidación, y en la actualidad el edificio vuelve a lucir con el mismo esplendor con el que fue inaugurado hace cien años.