Paisaje con la caída de Ícaro

Sus piernas se pueden ver en el agua, junto al barco más grande de la pintura.

Se desconocía la existencia de esta pintura hasta que la compró el museo en 1912; a continuación apareció otra versión, en la que Ícaro está aún en el aire, generalmente considerada inferior, y se encuentra en otro museo de Bruselas.

La perspectiva del barco y las figuras no es totalmente correcta, aunque esto puede reforzar la composición.

[4]​ El labrador del arado, el pastor y el pescador aparecen mencionados en el relato de Ovidio; están: «asombrados y creen ver a los dioses aproximándose a través del éter»,[5]​ lo que no cuadra precisamente con la impresión que da el cuadro.

También hay un proverbio flamenco que dice «Ningún arado se detiene porque un hombre muera».