Padrino

Asiste a otra persona en ciertos sacramentos, con origen en el siglo II, de origen religioso,[1]​ y, posteriormente, pasó a obtener diferentes significados dependiendo de la religión y el código civil.

[3]​ Tanto desde el punto de vista religioso como civil, un padrino suele ser una persona elegida por los padres para interesarse por la crianza y el desarrollo personal del niño, ofrecer tutoría o reclamar la tutelaía legal del niño si algo les sucediera a los padres.

Hacia el siglo II d. C., el bautismo se consideraba principalmente como una ceremonia para la purificación e iniciación social de los niños.

[7]​ El Corpus Iuris Civilis indica que en un siglo este papel de los padres había sido sustituido por completo.

[9]​ Hacia el siglo V, los padrinos se denominaban "padres espirituales" y, a finales del siglo VI, se les llamaba "compaters" y "commaters", lo que sugiere que se les consideraba co-padres espirituales[10]​ Esta pauta estuvo marcada por la creación de barreras legales al matrimonio, paralelas a las de otras formas de parentesco.

Lutero se oponía a la prohibición del matrimonio entre padrinos e -hijos, Zwinglio ponía más énfasis en el papel desempeñado por los padres y pastores, y Calvino prefería que los padres biológicos actuaran como padrinos.

Por lo cual en la iglesia católica los padres o padrinos están obligados a aprenderles (es decir, a asegurarse de que han aprendido) a quienes tuvieron en el bautismo las formas de oración y creencia, e instruirlos suficientemente en ellas, para que entiendan lo mismo:[17]​En el bautismo suelen estar presentes un padrino y una madrina, si bien, puede ser que solo esté uno de ellos.

[cita requerida] En el sacramento del matrimonio el derecho canónico no establece que haya padrinos sino testigos, aunque es frecuente, especialmente en Iberoamérica, llamar padrinos a estos testigos, y, al no haber oposición por parte de los pastores de las iglesias particulares, se considera una costumbre aceptada.

Es común que estos "padrinos" acompañen hasta el altar al novio del sexo opuesto.

[24]​ Los luteranos, como los católicos romanos, creen que un padrino debe ser un cristiano bautizado y confirmado.

[25]​ La institución ortodoxa del padrinazgo ha sido la menos afectada por el cambio de las principales tradiciones.

Normalmente, un padrino debe ser una persona apropiada, de al menos dieciséis años de edad, un católico confirmado que haya recibido la Eucaristía, que no esté bajo ninguna pena canónica, y no puede ser el padre o la madre del niño.

Por este motivo tanto los niños apadrinados como los que no lo están se benefician de los mismos programas, recibiendo educación, una alimentación adecuada y atención médica cuando la precisan.[cita requerida].

Sin embargo, la mayoría son hadas madrinas, como en las versiones de Cenicienta, La Bella Durmiente y El Pájaro Azul.

Niña bautizada con sus padres y padrinos