Las siete tribus húngaras (Nyék, Megyer, Kürt-gyarmat, Tarján, Jenő, Kér, Keszi) conducidas por sus siete jefes Álmos, Előd, Kond, Tas, Huba, Töhötöm y Ond, quienes llenaron un recipiente con su propia sangre, mezclándola simbólicamente en señal de unión fraternal y escogiendo al primero de estos caudillos como su comandante supremo.
El contenido exacto de dicho tratado solo es especificado detalladamente por crónicas medievales posteriores.
Los documentos históricos sitúan este pacto a finales del siglo IX, durante la época en la que gobernó el Príncipe Álmos de Hungría.
[1] Muchos historiadores, como István Nemeskürty, afirman que este texto redactado por el escriba anónimo de Béla III probablemente estaba más relacionado con los acontecimientos propios de su época a finales del siglo XIII que con los reales del siglo IX.
Esta bula había otorgado incontables privilegios a la nobleza frente a la figura del monarca, lo que podría explicar el tercer punto de la lista anterior, donde Anónimo habría intentado reafirmar los derechos nobiliarios por medio de esta "fuente antigua".