[2] Considerado uno de los últimos «cantaores del arrabal» trianero que fue maestro en el cante alfarero que tiene su origen en la zona del Zurraque,[3] donde trabajaban los artesanos de Sevilla,[4] ya con dieciséis años ganó un concurso en Radio Sevilla que le permitió salir de la capital para recorrer Andalucía.
Durante pocos años, de joven, se unió a Salvador Távora en el dúo Los Tarantos,[5] un período breve pero que selló su nombre artístico.
Sus influencias fueron muchas (El Arenero, El Teta, El Sordillo o Domingo el Alfarero),[5] pero su estilo fue personal, propio.
Después formaría parte del grupo Los Bolecos (Farruco, Rafael el Negro y Matilde Coral)[3] y de ahí formó espectáculos con los mejores cantaores de la época.
La crítica lo ha valorado como «uno de los más ilustres artistas del flamenco»,[2][1] así como «el último mohicano de la cuna del cante»[5] y señalan la influencia que ha ejercido en los cantaores de flamenco posteriores.