San Pablo el Simple (Tebas, Egipto, segunda mitad del siglo III - ca.
Pidió ser disícpulo de Antonio Abad, pero este no quería aceptarlo porque ya tenía 60 años.
Rechazado, Pablo se quedó en las puertas de la ermita de Antonio día y noche, hasta que en la cuarta noche, temiendo que muriera, Antonio le dejó entrar.
Para cenar, se limitaban a comer pedazos de pan.
Pronto el abad descubrió que san Pablo poseía singulares dones espirituales y un poder de curar y exorcizar más grande que el suyo.