En noviembre recibe el encargo de entrenar al Batallón Ibaizabal del que es nombrado capitán ayudante y el 31 de diciembre es designado comandante del Batallón Martiartu con destino a reemplazar al Batallón Larrazábal en Ubidea.
Diseña y construye un sistema de trincheras entrelazadas e irregulares que sustituyen a las realizadas por el anterior responsable.
El nuevo sistema defensivo se muestra eficaz ante los ataques aéreos y de artillería al quedar oculto a la vista camuflado entre la vegetación o bajo tierra.
Tras la caída de Bilbao logra destruir una batería italiana y hace 80 prisioneros en Lauro, se retira del Gran Bilbao cruzando la ría mediante un puente de barcazas y retirándose hacia Returto.
En el 2012 se publica otro libro escrito por él; Historia critica de la guerra en Euskadi (1936-37) (ISBN: 978-84-938850-4-5) que edita Intxorta 1937 Kultur Elkartea.