Pablo Parellada
Hijo de un alfarero, la familia se trasladó a Zaragoza cuando Parellada tenía seis años.Tras ocupar diversos destinos en España, desde 1896 vivió en Zaragoza, donde fue profesor de la Academia General Militar.Empezó a estrenar piezas teatrales en el Teatro Lara (Madrid), con el sainete Los asistentes (1895).Escribió dos novelas extensas: Memorias de un sietemesino y El filósofo de Cuenca, y varias novelas cortas para El Cuento Semanal, Los Contemporáneos, La Novela Mundial, La Novela de Viaje Aragonesa, El Cuento Azul, etc. Su humor es fino, observador, inteligente, nada grosero ni pomposo; es original en las situaciones, casi siempre inesperadas, ingeniosas de trama y resolución y nada tópicas.[1] «En cuestiones de criterio huelga toda discusión: siempre tiene la razón el que está en el Ministerio»