Pablo Curatella Manes

Comenzó a trabajar en 1905 como tipógrafo en una imprenta, aunque un accidente algunos meses más tarde truncó su carrera en esa industria.

Dedicado al interés de su niñez, fue aprendiz del famoso escultor Arturo Dresco, quien le enseñó principios básicos en su taller.

Luego de su primera exposición en Buenos Aires, en 1912, regresó a Europa.

En 1922 se casa con la pintora francesa Germaine Derbecqre y en 1926 obtuvo un puesto laboral en la Embajada Argentina.

Regresó al cuerpo diplomático en 1958, como oficial en la Embajada argentina en Bruselas, por lo cual supervisó el pabellón argentino en la Expo 58 y fue honrado con la Orden de Leopoldo, la más alta distinción que otorga Bélgica.