Durante la expedición se formaron diferentes batallones de reclutas y voluntarios y para su pronta organización se le destinó junto a otros oficiales al 2.º batallón Guías de Burgos que estaba en Ontoria a las órdenes del coronel José Ma.
Cuando la expedición del general Zaratiegui, a los pocos días se ve obligada a regresar precipitadamente al País Vasco ante el acoso de numerosas fuerzas enemigas, sin tiempo de avisar, su batallón junto al 1.º de Valladolid y 1.º de Burgos se quedan aislados en los pinares de Soria, y deciden pasar al ejército de Aragón.
En recompensa, el general Ramón Cabrera le asciende a capitán y es nombrado caballero de la real y militar orden de San Fernando de 2.ª clase.
Es destinado a mandar la 4.ª compañía del 3.er batallón de Tortosa, en esta unidad acompaña a Cabrera en la retirada hasta Francia en junio de 1840.
Regresó a España, pero sin acogerse al Convenio de Vergara, y falleció en Sarral.