Esto produjo una crisis de sucesión en Jastinápura, por lo que su madre Satiávati mandó llamar a su hijo primogénito, el sabio célibe Viasa, y le ordenó que engendrara un hijo con Ambiká, la primera esposa de Vichitra-Viriá.
Satiávati la instruyó para que mantuviera los ojos bien abiertos todo el tiempo, para evitar tener un hijo ciego como Dritarastra.
Por lo tanto, Pandú nació con una enfermedad cutánea (quizá vitiligo o alguna forma inofensiva de lepra) que lo hacía ver pálido.
Siendo casi un niño, Pandú se convirtió en el sucesor del reino y fue coronado rey de Jastinápura.
Ella interpretó las escrituras sagradas, aduciendo que una mujer no le era infiel a su esposo si tenía intimidad con extraterrestres.
En un claro del bosque, Kuntí invocó al dios Dharma (con el que concibió a Iudistira).