Vitiligo

[6]​ En el 40 % de los casos, el vitiligo es hereditario, si bien lo que se hereda es la predisposición genética, no la propia enfermedad.[5]​[9]​ Hacia finales del siglo XIX, el dermatólogo húngaro Moritz Kaposi (1837-1902) definió el vitiligo como una distrofia pigmentaria.Las zonas más comúnmente afectadas son: cara (vitiligo acrofacial), dedos, pubis, axilas, rodillas o caderas, si bien pueden aparecer lesiones en cualquier parte del cuerpo.Este método, desarrollado fundamentalmente por Andreas Overbeck, cirujano alemán especialista en vitiligo, combinado con estimulación con luz UVB logra repigmentaciones en un 95 % de los afectados.Además de los factores genéticos se han propuesto mecanismos inmunológicos, neurohormonales, citotóxicos y bioquímicos (por ejemplo, el estrés oxidativo) en su origen.Esta reacción es el proceso mediante el cual, el sistema inmunitario del paciente produce anticuerpos que destruyen los melanocitos, como consecuencia de una reacción desencadenada por factores como los distintos tipos de estrés, cambios hormonales, quemaduras o heridas, entre otros.En los años 1950, Stüttgen y Teindel describieron familias multigeneracionales en cuyos miembros se presentaban múltiples casos de vitiligo generalizado y otras enfermedades de tipo autoinmune, concluyendo que era posible que fuera una enfermedad autosómica dominante.El diagnóstico es clínico, a simple vista o mediante el examen bajo la luz de Wood.Asimismo, existen técnicas quirúrgicas que normalmente se limitan a determinados casos, como es el vitiligo segmentario: trasplante de melanocitos con el método Recell, microinjertos estimulados (véase vitiligo segmentario), y trasplantes de epidermis.En el segundo caso, se consiguió una repigmentación progresiva durante tres años, con efectos permanentes al seguimiento, únicamente con la dieta sin gluten estricta y mantenida, sin ningún tipo de tratamiento convencional.