Con un gran flujo de personas, los ferrocarriles se convirtieron en una industria rentable y los bancos aprovecharon esta oportunidad y comenzaron a ofrecer préstamos importantes a las compañías de ferrocarriles.
[7] Como resultado del limitado poder adquisitivo en el oeste, los comerciantes de todo el país vieron caer sus ventas y ganancias.
El Ferrocarril Delaware, Lackawanna and Western y el Fond du Lac se vieron obligadas a declararse en bancarrota.
[9] Además del decreciente valor en los títulos de los ferrocarriles, los agricultores también comenzaron a padecer la demora en los pagos por sus tierras hipotecadas en el oeste, lo que puso incluso más presión financiera sobre los bancos.
[11] Los territorios occidentales ahora estaban abiertos a la posibilidad de que la esclavitud se expandiese a ellos, y se volvió evidente con rapidez que esto tendría drásticos efectos financieros y políticos.
[15] Los precios de los granos también descendieron en forma significativa y los agricultores experimentaron en 1857 caídas en sus ingresos, obligándolos a ejecutar tierras que habían comprado.
En 1858, la ciudad debía 900,000$, principalmente en bonos del ferrocarril, mientras que el valor de sus propiedades sujetas a impuestos se depreciaba en 5.5 millones.
Comerciantes y agricultores comenzaron a sufrir por los riesgos que habían asumido cuando los precios estaban altos.
"[18] Buchanan creía que esto reduciría la oferta de papel moneda y daría tiempo para que la oferta de bienes se incrementase y se redujera la inflación.
El presidente quería que los bancos estatales siguiesen los pasos del gobierno federal, específicamente el sistema de Tesorería Independiente.
Este sistema permitía al gobierno federal mantenerse al día con los pagos en especie, que ayudaban a aliviar algo del estrés financiero que las suspensiones bancarias habían causado.
[7] En diciembre de 1857, Buchanan reveló su nueva estrategia de "reforma, no ayuda", afirmando que "el gobierno simpatizaba pero no podía hacer nada para aliviar a los individuos que estaban sufriendo".
También pidió a los bancos estatales que mantuvieran un dólar en especie por cada tres emitidos en papel y desalentó el uso de bonos federales o estatales como respaldo de billetes bancarios para evitar la inflación en un futuro.
[22] Para finales del Pánico, aproximadamente en 1859, las tensiones entre el norte y el sur sobre el tema de la esclavitud en los Estados Unidos se estaban incrementando.