La vid o parra, cuyo nombre científico es Vitis vinifera, es una planta semileñosa o trepadora que cuando se deja crecer libremente puede alcanzar más de 30 m, pero que, por la acción humana, podándola anualmente, queda reducida a un pequeño arbusto de 1 m. Su fruto, la uva, es comestible y materia prima para la fabricación de vino y otras bebidas alcohólicas.Las ramas jóvenes, denominadas sarmientos, son flexibles y muy engrosadas en los nudos; alternando sobre ellas se disponen las hojas, grandes (hasta 14 por 12 cm), de estipulas caducas, tienen el limbo suborbicular, palmatilobado o subentero, irregularmente dentado, obtuso, agudo o ligeramente acuminado, cordado, glabro, pubescente -aracnoideo o tomentoso-aracnoideo; se las suele llamar pámpanas.Las flores son hermafroditas o unisexuales, reunidas en panículas laterales opuestas a las hojas.El fruto es una baya globosa u oblongoidea, con 2-4 semillas piriformes ovoides con chalaza elíptica, 2 surcos longitudinales separado por una cresta aguda, el ápice redondeado, y el endospermo trilobulado.La yema de madera vieja brota solo en condiciones extremas como una fuerte fertilización nitrogenada o una poda excesiva, dando origen a un brote muy vigoroso en madera vieja (tronco por ejemplo) llamado "chupón".Este brote es netamente vegetativo, eso quiere decir, que no produce fruta y si lo hace es de pésima calidad.Pero la importancia mayor de la vid es para obtener, por fermentación del mosto, el vino y todos sus derivados: alcohol, vinagre, etc. Su obtención se ha convertido en una verdadera disciplina: la enología.
Racimo en flor.
Flores masculinas.
Racimo muy inmaduro.
Racimo maduro.
Semillas, cv. "Red Globe".
Anatomía interna de la semilla en cortes axial y longitudinal.